Vivir una vida estable con esquizofrenia.
La esquizofrenia es una enfermedad que arrastra un estigma y una mal información importante, aunque poco a poco se está normalizando. Es una enfermedad que afecta durante toda la vida y que necesita ser tratada de manera continuada, puesto que, aunque se pueden tratar los síntomas, no se puede erradicar. Por lo tanto, una persona que sufra esquizofrenia debe cumplir una serie de cuidados para garantizar poder vivir su vida de la manera más natural posible.
Los tratamientos con antipsicóticos y diferentes fármacos necesarios para suprimir y controlar los síntomas de la esquizofrenia pueden tener efectos secundarios que hacen más difícil al afectado seguir con su vida de manera normal, afectando a todos niveles, sobre todo sociales y de trabajo.
Esto, junto a otros motivos como desarrollar una tolerancia a los fármacos, negar la enfermedad (al intentar evitar el estigma que conlleva), falta de concienciación por desconocimiento sobre la enfermedad o una mejoría estable que puede dar la falsa sensación de no necesitarlos más, mucha gente intenta dejar la medicación en algún momento del tratamiento.
Lo primero que debe hacer el especialista que esté tratando a una persona esquizofrénica, es educarlo y concienciarlo sobre su propia enfermedad, para que entienda las repercusiones que conlleva el dejar la medicación, que entienda los beneficios de mantener el tratamiento de manera continuada y el conocimiento pleno de lo que es la enfermedad. Además, se puede dar el caso de tener que cambiar el tratamiento de medicación a lo largo del tiempo, porque se puede generar una tolerancia.
Lo importante es que, gracias a mantener el tratamiento para la esquizofrenia de manera constante, lo más posible es que con el paso de los años se pueda disminuir la dosis de medicación, lo que conlleva a minimizar los efectos secundarios, sin por ello caer en una recaída.