Preguntas frecuentes

Contestamos a tus preguntas

Si estás pensando en pedir ayuda profesional, es posible que se te presenten algunas dudas, especialmente si es la primera vez que acudes al psicólogo. En Rocío Bellver Psicología queremos que cuentes con toda la información para que afrontes el proceso terapéutico con confianza y seguridad.

Es completamente normal tener muchas preguntas en relación con el trabajo del psicólogo, qué hace exactamente, cómo lo hace, cuál es la diferencia entre éste y otros profesionales, si realmente puede ayudarte en relación con tu problema, etc. A continuación, te ofrecemos una serie de preguntas frecuentes con su correspondiente respuesta. Recuerda que si tienes alguna otra cuestión que no se plantea aquí, puedes ponerte en contacto con nosotros y te ayudaremos a resolver cualquier duda que tengas.

Un psicólogo es un profesional que ha estudiado la formación universitaria en Psicología.

Es el profesional experto en la conducta humana que cuenta con la capacitación y las habilidades necesarias para ayudar a las personas a afrontar de manera efectiva los problemas de la vida y de la salud mental.

El psicólogo conoce las leyes del aprendizaje y nos ayuda utilizando una serie de técnicas y estrategias basadas en investigaciones científicas y las aplica para enseñar nuevos comportamientos que sustituyan a aquellos que nos están haciendo sufrir.

El psicólogo es el profesional que estudia la conducta humana y por tanto todo aquello que tiene que ver con el aprendizaje, el pensamiento, las emociones, las conductas o comportamientos…

Siguiendo a los psicólogos Sevillá y Pastor, el psicólogo en terapia actuaría como un entrenador. El psicólogo, como el entrenador, es quien conoce las técnicas y las habilidades necesarias para jugar de manera adecuada, pero no es quien corre ni juega por el jugador (cliente). Enseña cómo hacerlo, pero ninguna terapia será exitosa si el cliente/paciente no participa de manera activa y se involucra.

Los psicólogos pueden ayudar en cualquier tipo de problema, no necesariamente tienen que ser problemas “graves”. Además, habría que discutir qué puede considerarse un problema grave y qué no lo sería.

Los psicólogos ayudan a una gran variedad de pacientes y pueden actuar en numerosos tipos de problemas psicológicos.

Se puede consultar a un psicólogo cuando una persona está triste o deprimida, cuando está insatisfecha con su vida porque cree que lo tiene todo y sin embargo no es feliz, cuando está ansiosa y una situación le supera, cuando se enfada fácilmente, cuando ha vivido una situación traumática, cuando no sabe qué decisión tomar, cuando tiene miedo a conducir o cualquier tipo de fobia, cuando no está mal pero quiere encontrarse mejor…

Hay gente que recurre al psicólogo porque tiene problemas con un nuevo empleo, con adaptaciones a nuevas situaciones, cuando se ha muerto un ser querido, para afrontar el dolor o enfermedades crónicas, porque queremos alcanzar un objetivo y estamos desmotivados.

¡Son tantas las situaciones por las que podemos acudir al psicólogo!

El psicólogo puede ayudar en muchos tipos de problemas. A veces tenemos problemas que consideramos “leves” pero que si los solucionáramos, viviríamos una vida más plena y satisfactoria.

Como te decía antes, los psicólogos tratamos una gran cantidad de problemas.

Por tanto, lo mejor es que si tienes dudas de si tu problema podría ser un caso susceptible de ser tratado en consulta, acudas a la primera visita y hables con el psicólogo. Evaluará tu caso y te dirá si puede ser resuelto con terapia psicológica.

La psicoterapia puede dirigirse a niños, a adolescentes, a adultos, a personas mayores, a padres, a parejas, a familias, a grupos…

Dependiendo del problema, los actores en psicoterapia serán diferentes. Hay veces en que la psicoterapia se dirige a una persona individualmente, pero en otras ocasiones, puede requerir la presencia de su pareja si existe un conflicto en la relación.

Con niños, en muchas ocasiones, se trabaja también con sus padres (de manera conjunta o separada), y a veces exclusivamente se trabaja con los padres.

Por tanto, la psicoterapia puede dirigirse a distintos colectivos, dependiendo de la demanda y de las características del problema.

El psicólogo NO puede revelar la información que le proporciones sin tu consentimiento expreso.

La relación entre el psicólogo y el cliente/paciente se caracteriza por la confianza. Y ésta se enmarca dentro de la confidencialidad, regulada por el secreto profesional tanto en nuestro Código Deontológico como en el plano jurídico.

Los psicólogos estamos obligados a guardar el secreto profesional y a seguir por tanto un cuidado máximo con todos los datos que nos proporciones.

Las normas del Código Deontológico del psicólogo regulan el derecho y como deber ético del psicólogo la obligación de guardar el secreto profesional de la información que recibe en el ejercicio de su profesión. Lo mismo en el ámbito legal.

Además, al comenzar la psicoterapia el psicólogo te explicará todas estas cuestiones y firmaréis un contrato donde el psicólogo especificará que cumple con toda la normativa que asegura el cumplimiento de la protección de datos.

Los psicólogos NO medican. Utilizan una serie de técnicas y estrategias basadas en evidencia científica que permite a los pacientes/clientes mejorar su calidad de vida.

En algunos problemas, la terapia psicológica y la farmacoterapia conforman una combinación de tratamiento exitosa.

En este caso, el psiquiatra (que es el profesional de la salud mental capacitado para recetar medicación) podrá trabajar de manera conjunta con el psicólogo para llevar a cabo el tratamiento del paciente/cliente.

A veces existe confusión entre estos profesionales.

El psicólogo es un profesional de la salud mental que ha realizado los estudios universitarios de Psicología (Licenciatura o Grado en Psicología) y además, trabajando en el ámbito sanitario, está especializado para poder intervenir en este ámbito. El psicólogo, a través de técnicas y herramientas psicológicas enseña al paciente/cliente a ponerlas en marcha y a practicarlas hasta dominarlas para solucionar los problemas a los que debe hacer frente.

El psiquiatra es un médico que ha cursado los estudios universitarios de Medicina y después ha realizado la residencia en Psiquiatría. Es el profesional de la salud mental capacitado para recetar psicofármacos en los problemas mentales. El psiquiatra suele analizar la información médica y la relación que tiene con el problema del paciente, con un enfoque médico y mayor importancia a los aspectos orgánicos del problema. Aunque está capacitado para realizar psicoterapia, de manera frecuente exclusivamente se dedican al tratamiento farmacológico.

Por su parte, los terapeutas son personas que se han formado en psicoterapia pero que no tienen por qué poseer una titulación universitaria en salud mental (como sí la poseen los psicólogos o los psiquiatras). Los terapeutas no están reconocidos ni regulados de manera legal. Por ejemplo, una persona sin formación en salud mental puede hacer la especialización en Gestalt, PNL o coaching y no disponer de formación en Psicología.

Para comprobar que un psicoterapeuta es además Psicólogo o Psiquiatra, lo mejor es que te asegures de que es alguien que pertenece al Colegio profesional (tiene un número de colegiado).

Dentro de la psicología existen diferentes corrientes u orientaciones. Quizá las más conocidas son la psicodinámica, la cognitivo-conductual y la humanista.

Yo trabajo desde la orientación cognitivo-conductual, que considera que prácticamente todos los comportamientos de nuestra vida son aprendidos. Por esta razón, desde este enfoque los problemas o dificultades que presenta el paciente/cliente son fruto de un aprendizaje inadecuado.

Cuando una persona tiene un problema (ansiedad, depresión…) no es porque esté “loco”, sino simplemente porque ha aprendido de manera inadecuada. Las conductas pueden desaprenderse y ser sustituidas por otras diferentes.

A lo largo de la psicoterapia trataremos de buscar los factores de tu historia personal o de aprendizaje que han influido en que hoy te encuentres así, para aprender otras estrategias más eficaces.

Para consultar los precios, llámanos al 626 142 879 o envía un e-mail a rociobellver@cop.es

Cada una de las sesiones dura alrededor de 50 minutos.

Si hacemos referencia a la duración de la terapia con todas sus fases, sabemos cuándo comienza pero es difícil determinar cuándo finalizará. Hay distintos factores que determinan su duración: el problema motivo de consulta, las características individuales (hay personas que necesitan más tiempo que otras para practicar y dominar las técnicas necesarias para afrontar su problema,), el trabajo entre sesiones o implicación en la terapia.

De todo ello hablarás con el psicólogo en consulta y podrá aclarar todas las dudas que tengas según tu problema.

Resuelve tus dudas… PREGUNTANOS

Muchas personas consideran que es caro ir al psicólogo, máxime cuando existe una creencia popular de que el psicólogo sólo sirve para “desahogarse” o para “charlar” (y para eso uno se puede desahogar con un amigo).

Es importante tener en cuenta que la terapia no es nunca charlar con el psicólogo. La terapia consiste en acudir a la sesión a trabajar con el psicólogo, a aprender técnicas y estrategias para modificar aquello que nos hace daño.

El psicólogo, además de reservar ese tiempo en exclusiva para ti, debe trabajar en tu caso fuera de esas sesiones. Es una creencia errónea pensar que el psicólogo dedica tiempo al paciente exclusivamente en la sesión en la que está con él. A eso hay que sumar el tiempo de preparación, la gestión de información tras la sesión, las pruebas, los informes, desplazamientos a domicilio, disponibilidad para el paciente, etc. Y aunque muchas veces los problemas de los pacientes pueden ser similares, su historia personal, sus fortalezas, sus puntos débiles y sus características son diferentes, por lo que debemos atender a cada uno individualmente.

Hay que tener en cuenta que otros profesionales de la salud (psiquiatras, pediatras, dermatólogos…) atienden a varios pacientes a lo largo de una hora, mientras que los psicólogos reservamos ese tiempo en exclusiva para un sólo paciente.

Además, hay que tener en cuenta que somos profesionales en continua formación. Debemos asistir a cursos, seminarios, leer nuevos estudios publicados, libros… todo ello para asegurar una intervención de calidad y basada en la mejor evidencia científica

La terapia psicológica consta de cuatro fases.

La primera es la fase de evaluación, donde se recogerá toda la información necesaria de tu historia personal para conocer tu problema, el origen, cómo se sigue manteniendo en la actualidad. etc. La evaluación dura varias sesiones. El psicólogo, a través de la entrevista en sesión y de la información que te demande entre sesiones te irá haciendo preguntas. Es importante que seas sincero e intentes recabar la información demandada lo más fielmente posible a la realidad.

El psicólogo no te preguntará cuestiones que no sean necesarias para el tema que le ocupa. Las preguntas irán dirigidas a entender cómo funciona el problema que te preocupa.

La segunda fase es la explicación de la hipótesis. A partir de la información que ha recabado, el psicólogo te explicará cuál es el origen del problema y por qué se mantiene actualmente. De esta fase se desprende el tratamiento, que es la tercera fase.

La tercera fase es la más larga, la de tratamiento. Aquí es donde el psicólogo pondrá en marcha las estrategias concretas para superar tu problema y te pedirá una participación activa para que las vayas practicando y poniendo en marcha entre sesiones. En esta fase es muy importante el trabajo diario. El trabajo es paulatino y siempre adaptado a tus necesidades personales.

La última fase es la de seguimiento. Las sesiones estarán más distanciadas en el tiempo (quincenalmente, mensualmente) dado que el paciente/cliente ya ha adquirido las habilidades necesarias y ha hecho frente a su problema. En estas sesiones revisaremos las metas adquiridas y nos aseguraremos de que se mantengan en el tiempo, así como observamos cómo se han ido enfrentando las distintas dificultades que han ido surgiendo a lo largo del tiempo.

Es importante que preguntes cualquier duda o cuestión que te inquiete en cualquier momento de la terapia.

Claro que podemos cambiar. El proceso de aprendizaje comienza en el momento en el que nacemos y no dejamos de aprender nunca.

Durante nuestra vida cambiamos constantemente: de opinión, de gustos, de intereses, de sentimientos, en la manera en la que actuamos o nos enfrentamos a las cosas…

La terapia consiste en desaprender las conductas que nos hacen daño para aprender otras diferentes que las reemplacen y que nos permitan vivir de manera satisfactoria.

Un paciente/cliente puede acudir a los dos profesionales a la vez (psicólogo y psiquiatra), dado que en algunos problemas (por ejemplo, la enfermedad mental grave) el uso de la farmacoterapia es imprescindible para poder trabajar en psicoterapia. En otros casos, como los Trastornos de Ansiedad o la Depresión, la farmacoterapia puede ayudarnos en un inicio siendo lo deseable que la persona prescinda de ellos en un futuro, siempre prescrito por el psiquiatra. En otros casos, los psicofármacos pueden dificultarnos la aplicación de determinadas técnicas. Esto será abordado en terapia, por lo que lo mejor es que lo consultes con el psicólogo y el psiquiatra.

Sin embargo, no es recomendable acudir a dos psicólogos al mismo tiempo. En psicología existen diferentes orientaciones terapéuticas, y éstas determinan la manera en la que el psicólogo trabaja (obtiene información, tareas que te manda, técnicas o estrategias que te enseña…), por lo que acudir a dos psicólogos, que pueden ser de orientaciones distintas, puede proporcionarte estrategias distintas que entorpezcan tu avance en la terapia y que te hagan sentir confundido/a.

Incluso si los psicoterapeutas son de la misma corriente, cada psicólogo tiene una manera propia de intervenir, tu relación con ellos será diferente, las fases en las que os encontréis pueden ser diferentes, etc. Y en cualquier eso, esto no será beneficioso para ti.

Lo mejor es que acudas a un único psicólogo, y si al comenzar la terapia con uno consideras que no es apropiado para ti, lo mejor será que busques otro

La psicoterapia consiste en acudir a las sesiones una vez por semana. Durante la semana deberás trabajar en las habilidades concretas que el psicólogo y tú vayáis acordando en las sesiones.

Es importante que entiendas que el trabajo de casa es muy importante para que la terapia resulte exitosa. Estas tareas pueden ser distintas: para recoger información sobre tu problema, poner en práctica técnicas, etc.

En algunas ocasiones, la frecuencia de las sesiones puede variar. Al final de la terapia es posible que las sesiones sean cada 15 días o 1 mes, pero eso se irá acordando con el psicólogo a lo largo de la terapia. Lo habitual es acudir 1 vez por semana.

El psicólogo no resolverá todos tus problemas. El que tiene que resolver los problemas eres tú, y será el psicólogo el encargado de acompañarte y enseñarte las estrategias durante el proceso.

Como ya hemos comentado, la psicoterapia es un proceso activo, que requiere de trabajo por tu parte. No esperes acudir al psicólogo para que resuelva los problemas automáticamente o tome decisiones por ti, porque eso no sucederá.

Como decimos, el psicólogo te ayudará y te acompañará en el proceso, pero en todo momento el responsable y actor de tu vida, serás tú.

Puedes encontrarnos en el centro Rocío Bellver Psicología en la Calle Colón, 22, despacho 2ºD, 46004, Valencia. También en la Clínica Inmaculada Blanquer, en Avenida Germanías nº 7 en Benifaió (Valencia).

No debes preocuparte por cuál es el mejor tratamiento para tu caso. El psicólogo es el profesional que debe determinar cuáles son las técnicas o estrategias más adecuadas para poder hacerle frente.

Después de las fases de evaluación y explicación de hipótesis, el psicólogo te comunicará el problema y la manera de abordarlo. Es importante que hagas todas las preguntas que consideres oportunas hasta entender y quedar satisfecho de la explicación que te da el profesional.

Mucha gente espera que tras la primera consulta gran parte de su problema esté solucionado o al menos espera tener una guía sobre cómo resolverlo.

Es importante tener claras las expectativas antes de comenzar. Como ya hemos comentado, la psicoterapia dura un tiempo variable según el problema y la persona y consta además de varias fases.

El psicólogo necesita conocerte y conocer a fondo tu problema y tu historia de aprendizaje para poder determinar las estrategias más adecuadas en tu caso. Aquí no acaba el problema, dado que, aunque el psicólogo sepa qué es lo más apropiado para tu caso, necesitaremos que lo aprendas y lo pongas en práctica para poder incorporarlo a tu vida diaria.

Por todo ello, dado que puedes haber tardado toda una vida en aprender un comportamiento inadecuado, aprender uno eficaz requiere también de tiempo y constancia.

En ocasiones podemos creer que nuestro problema es vergonzoso o que somos los únicos a los que nos sucede.

Nada más lejos de la realidad. Los psicólogos tratamos problemas muy diversos y estamos formados para ello, por lo que cualquier cosa que puedas contarnos, aunque te parezca vergonzosa, no sorprenderá al psicólogo y mucho menos te juzgará por ello.

Además, ten en cuenta que las personas no vamos contando nuestros problemas más íntimos al resto de la gente, por lo que a veces, cuando pensamos que nuestro problema es único porque no conocemos a nadie más que lo sufra, probablemente le suceda a mucha más gente de la que imaginas, simplemente no lo ha contado.