La problemática de no poder controlar la ansiedad.
La ansiedad es un tipo de mecanismo de autodefensa que posee el cerebro. Lo posee todo el mundo y como norma general ayuda a mejorar el rendimiento y a estar más alerta contra posibles peligros que se pueden encontrar en nuestro entorno. Pero mientras la ansiedad es algo natural y adaptativo que utiliza nuestro cerebro en situaciones de posible riesgo, puede convertirse en un problema cuando deja de reconocer de manera correcta las situaciones de riesgo, activándose ante situaciones cotidianas.
Cuando esto sucede, pasa de ser una ayuda a ser una característica incapacitante. Puede aparecer por motivos relacionados con el día a día que mientras no son un riesgo de per se, nos pueden causar estrés y luego ansiedad. Situaciones que pueden activar nuestro sistema de autodefensa que es la ansiedad, por ejemplo, puede ser un atasco a la hora de llegar al trabajo o las clases, la época de exámenes, una entrevista de trabajo, dejarnos el móvil en casa, etc.
Esto desencadena en otro tipo de problemas, como puede ser la dificultad para dormir, falta de aire o taquicardia, una necesidad por la limpieza extrema o una preocupación extrema. Todo ese tipo de situaciones afectan negativamente a nuestra vida diaria, entorpeciéndola e incapacitándonos para realizar tareas sencillas, convirtiéndolas en algo mucho más complejo.
La ansiedad se puede combatir a nivel personal manteniendo una dieta saludable y trabajando con cosas como la meditación, para aprender a manejarla de una manera natural y que no nos sobrepase. Pero cuando esto ya no funciona, es importante reconocer los síntomas e ir a ver un especialista para que nos ayude. La ansiedad puede pasar de ser un problema puntual a un trastorno mental que desemboca en otro tipo de trastornos, así que es necesario poder frenarla a tiempo.