La importancia de reconocer el TDAH y saber diferenciarlo de la actividad normal.
El TDAH es el trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad, que origina en la infancia. Es importante diagnosticarlo en una edad temprana, entre los seis y los doce años, pues muchas veces viene acompañado de otros trastornos. Lo primero, es importante reconocer uno o más de los tres síntomas nucleares (el déficit de atención, la hiperactividad o la impulsividad) en el niño, que sucedan con una intensidad y frecuencia mayor a la habitual en la edad del niño, que interfieran de forma significativa en su desarrollo y rendimiento en varios ámbitos de su vida y que no estén causados por otro problema médico.
El principal problema del diagnóstico del TDAH es que sus síntomas no son exclusivos de este trastorno y no los podemos tratar como exclusivos de éste. También están presentes en el déficit intelectual o en el autismo, por ejemplo. Hay que tener esto en cuenta a la hora de hacer un diagnóstico final sobre el paciente, pues si no estamos tratando el trastorno correcto, la medicación y el tratamiento no tendrán efecto o tendrán resultados más lentos de lo que deberían.
El diagnóstico del TDAH se basa en tres evaluaciones junto al historial clínico psiquiátrico. La evaluación clínica, la psicosocial completa y la psicológica. Todas estas evaluaciones deben estar realizadas por un especialista, ya sea un neuropediatra, un psiquiatra infantil o un pediatra general con estudios y experiencia en problemas neuropsicológicos infantiles.
Este diagnóstico debe realizarse durante varios meses para que los resultados sean concluyentes, puesto que, al ser síntomas no exclusivos ni presentarse de manera habitual los tres a la vez en el mismo paciente, además de ser un trastorno que puede evolucionar y cambiar con el paso del tiempo y el desarrollo de la persona, no se puede estar seguros de manera real con un solo diagnóstico.
Desde el ambiente familiar también pueden ayudar a este proceso, pues existen test y escalas que, aunque no son conclusivas ni mucho menos, tienen utilidad clínica para el experto que esté tratando con el paciente. En Rocío Bellver contamos con un gabinete psicopedagógico en Valencia con el que podemos ayudar a tu hijo, diagnosticar el problema y ofrecerle un tratamiento a medida.