La depresión sonriente es una peligrosa versión de la depresión menos visible.
Este tipo de depresión se considera una de las más peligrosas debido a su incomprensión y su falta de visibilidad, al no haber supuestamente razones en el entorno que hayan llevado a la enfermedad. Es peligrosa porque, al no ser tomada en serio por el círculo social cercano de quien la sufre o incluso por la misma persona que la padece, puede desencadenar en el suicidio con mayor facilidad que otros tipos de depresión porque, mientras que la depresión se suele asociar con una falta de energía vital que impide a la persona afectada realizar sus actividades, la depresión sonriente, en pos de mantener un ritmo de vida normal, carece de esa falta de energía.
La complejidad de esta depresión es encontrar las causas que la provocan para poder tratarla de manera correcta. Una de las posibles causas es la felicidad que conlleva nuestro tipo de vida. En muchas ocasiones, nos dejamos llevar más por nuestros miedos que por lo que realmente deseamos. Por ejemplo, manteniendo una relación de pareja cuando ya no sentimos lo mismo por miedo a la ruptura o seguir en un trabajo que no nos gusta sólo por el dinero que nos da. Siendo así, nuestra vida se va formando de aspectos que no nos gustan o que no nos llenan lo suficiente, alejándonos de nuestro auténtico yo o de aspectos que si que nos podrían llevar a un estado de felicidad.
Aún así, que sea una depresión que pase desapercibida no hace que no pueda ser tratada.
En muchas ocasiones, nuestra vida externa no corresponde con nuestra naturaleza interna, con nuestras inquietudes reales, lo que nos puede llevar a un desajuste y a vivir una vida que no es nuestra. Esto nos aleja de la felicidad y nos puede arrastrar aun estado de tristeza permanente. Si nos encontramos en esa situación, aunque tu entorno pueda no entenderte o no darle la importancia que realmente tiene, es necesario hablar y tratarlo con un especialista, pues dejar pasar el tiempo sin hablar del tema resulta contraproducente hasta el punto de resultar peligroso en el caso de la depresión sonriente.
Un especialista podrá desarrollar una terapia que resulte positiva en el tratamiento de la depresión de este tipo (actualmente la cognitivo-conductual está dando buenos resultados) para ayudarte a acabar con ella.